11 ago 2011

Dicen que cuando conoces al amor de tu vida el tiempo se detiene... y es verdad. Lo que no dicen es que cuando se vuelve a poner en marcha, lo hace aún más rápidamente para recuperar lo perdido.
              

Para mí hay dos tipos de hombres en este mundo: una es él, y otra son el resto. Porque en ese instante vi al hombre con el que me voy a casar, lo malo es que le he perdido. Y tú dices que no tengo un proyecto. ¿Que no tengo un proyecto? ¡Sí que tengo un proyecto! Encontrarle y casarme con él.
Sería tan fácil como llegar a su puerta y decir: Somos como dos desconocidos que se conocen muy bien. Pero no te preocupes, tengo el resto de mi vida para conocerte. Hola. Me llamo... (aunque ciertamente esto no es lo más importante) y te quiero.
Y al final, resultaría ser verdad lo que dijo mi padre: que la única manera de pescar a los hombre impescables, es ofrecerles un anillo de boda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario